Después de un momento de adoración donde Dios ministró al pueblo que se dio cita en el Culto al Altísimo nocturno, dimos comienzo a nuestra noche de adoración con las alabanzas del ministerio Tsarach y la exposición de la palabra en labios de nuestra pastora, Iris N. Torres Padilla. La base bíblica fue el Salmo 23 verso 2: “En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.”
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«Descanso» y «reposo» son las palabras a tomar en consideración en la noche de hoy. La razón por la cual la mayoría de las personas trabajan tanto es porque confunden el trabajo con su valor. Hay personas que piensan que si trabajan mucho, valen más. La Biblia no enseña cosas como estas. Nunca lograrás suficiente para sentirte satisfecho si piensas de esta manera. Muchas veces, las palabras duelen más que cualquier golpe y, años más tarde, escuchas una voz interior que te ordena a seguir trabajando para que demuestres que vales; si piensas así estás en un error.

Dios desea que aprendas a descansar en Él y aceptar el reposo que Él te brinda. El apóstol Santiago en el capítulo 1:18 dice: “Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” En este versículo podemos descubrir cuánto valemos para Dios. No eres cualquier cosa; no eres un mal cálculo y, aunque nadie te valore en la vida, Dios sí lo hace. Las aprobaciones de los demás no son necesarias; ten en cuenta que para Dios vales, aunque nadie te lo diga. Dios no quiere que tengas ansiedad, que no estés en desesperación, sino que esperes en Él y tengas paz. No tienes que probar tu valor trabajando de manera excesiva, nuestro nombre está escrito en la palma de su mano. Enfócate en el amor de Dios y no en los errores de los hombres; a Cristo le hicieron más, es momento de pasar la página.

En el libro de Eclesiastés 3:13 dice “y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.” Entiéndase que debes disfrutar lo que tienes, sea mucho o poco, porque a los que aman a Dios todo obra para bien. Deja el lamento y las quejas; descansa y reposa en Él. Muchos piden a Dios un trabajo y al tenerlo, se gozan. Pero, si ese trabajo te aleja de Dios, no proviene de Él. Hay que reajustar la vida; cuando no se tenga mucho, debemos gozarnos y cuando tengamos mucho, también. Aprende a disfrutar el tiempo que Dios te da en la tierra porque, al morir, no podrás llevarte nada.

Dios te llevará a un lugar de reposo, porque estando afanado, no podrás disfrutar de Dios. Descansa tu cuerpo y toma tiempo para ti, porque así escucharás la voz de Dios. Enfoca tu espíritu, porque estando cansado, se te hará más difícil adorar a Dios. Basta a cada día su propio afán. Deja que Dios marque tu paso; Él quiere que todos los que están cansados y cargados vengan a Él.

MI CASA, ES LA CASA DE TODOS