Todos tenemos la habilidad de mentir ya sea de manera intencional o no intencional. Hay momentos en nuestra vida donde nos podemos encontrar en aprietos y es más fácil mentir que admitir que fallamos, que no cumplimos o que lo hicimos mal. En la biblia hay varios pasajes bíblicos en los cuales Dios claramente establece que aborrece la mentira, como por ejemplo, Éxodo 20:16, que dice “16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio”.
Este versículo nos dice claramente que no debemos hablar del prójimo. En la murmuración se pueden filtrar eventos o sucesos que no son mentira; por eso, evita cualquier conversación falsa de tu prójimo. También en Apocalipsis 21:27 dice “27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”. Para llegar al cielo, hay que estar puro y sin mancha, como lo dice en el versículo.
Hay una historia en la Biblia donde se habla de la mentira y como esta fue castigada. La porción bíblica se encuentra en Hechos 5:1-11 y habla de Ananías y Safira y dice:
“5 Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, 2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. 3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? 4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. 5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. 6 Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. 7 Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. 8 Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. 9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. 10 Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. 11 Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas”. Estas dos personas pagaron muy caro el mentirle a Dios y más cuando el evangelio estaba siendo ropagado por el mundo. Por otro lado dice en Juan 8:44 “44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.»
Por el simple hecho de ser hijos de Dios debemos actuar como dice la biblia. Dice en Efesios 4:25 “25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”. Y en 1 Pedro 1:2-3 dice “2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas”. La mentira tiene varias características por las cuales se puede detectar, estas son: el falso testimonio, engaño, calumnias, falta de honestidad, fingir, incumplimiento, fraude, excusa, pecado encubierto, doble vida, disimulo, entre otras.
Hay que ser lumbrera, ser diferentes para distinguirnos de los que hablen mentira. En el Salmos 5:6 nos dice “Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová”. Porque también dice la palabra en Proverbios 6:12-19 “12 El hombre malo, el hombre depravado, Es el que anda en perversidad de boca; 13 Que guiña los ojos, que habla con los pies, Que hace señas con los dedos. 4 Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias. 15 Por tanto, su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio. 16 Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: 17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, 18 El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, 19 El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos”.
Lo más hermoso de nuestro Señor Jesucristo es que Él nos ama tanto que nos da oportunidades para corregirnos con la verdad. Dice en Juan 16:13 “13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. Y en Romanos 5:8: “8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Y por último en 1 Juan 5:11-12 “11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”.
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