Si en alguna época los que amamos al Señor tenemos que estar pendientes a nuestra vida espiritual es en ésta. Todas las puertas que se abren a nuestro paso deben ser cuidadosamente analizadas. No todo lo que parece fácil proviene de Dios. Cada paso que se da en este peregrinar debemos hacerlo bajo la dirección divina.

“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.”-Proverbios 14:12-RV 60.

Como nunca antes vemos el cumplimiento de una de las profecías del libro de Daniel: “Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.”- Daniel 12:4 (RV60).

La gente emigrando de un país a otro, buscando alternativas cuando no las encuentra donde están. Muchos hijos de Dios moviéndose como esa gente sin rumbo y sin esperanzas.

¡Qué triste es ver a siervos del Señor tomando decisiones como los que no tienen fe en las promesas de El!

No te muevas si nos estas seguro que te mueves bajo la dirección del Espíritu Santo. La Palabra del Señor abunda en ejemplos de personas que fueron mal aconsejados o tomaron decisiones erróneas que les cambió el rumbo de sus vidas sacándolas de la perfecta voluntad del Señor y de los propósitos que Dios tenía con ellos.

El Libro de Ruth en el capítulo 1 nos habla de un matrimonio formado por Elimelec, varón de Belén de Judá y su esposa Noemí. Este salió de su tierra cuando hubo hambre. El y sus dos hijos murieron en tierra extraña dejando a su viuda “desamparada de sus dos hijos y de su marido” en el extranjero. Noemí era una mujer sumisa, que no razonó con su marido su salida hacia tierra de diferentes costumbres y de dioses paganos.

Como resultado de esta decisión Noemí regresó a Judá de Belén (de donde nunca debió haber salido) echándole la culpa a Dios de todo lo que le estaba pasando y en derrota. “Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?-“Ruth 1:19 -1:21 RV60

(El nombre Noemí significa “placentera” mientras que “Mara” significa amarga.)

¡Cuánta gente confundida, consultándose con agoreros, dando su dinero a personas solamente por ser escuchados pues los consultados no tienen nada que ofrecer que traiga alternativas permanentes a sus vidas!

“No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.”-Lucas 6:43-RV60

¿Quién te aconseja? ¿Con quién consultas tus problemas? ¿Dónde te congregas? ¿Conoces la Palabra del Señor? ¿Te riges por ella? ¿La persona con quien te aconsejas vive una vida digna de ser imitada porque es ejemplo en su casa, comunidad o congregación? ¿Cómo esta persona con quien te aconsejas trata a su familia? Nadie da lo que no tiene, es ley de vida.

Toma un tiempo para leer la Palabra del Señor, buscar consejo pastoral, de los ancianos de la Iglesia o simplemente ora y habla con tu Padre. El sabe lo que te conviene y tendrá una palabra para ti. No te apresures a tomar decisiones y mucho menos si las mismas pueden afectar a otras personas.

Te invito a que hables con el Señor como lo haces con cualquier otra persona. Después de todo, el que hizo el oído escucha. El conoce tus emociones y tus situaciones pues se hizo hombre y vivió en este planeta. Como humano, compartió nuestros sufrimientos, incluso lloró…

Escucha Su voz. Solo así cuando tomes una decisión, sea cual sea, experimentarás la paz que solo da Su Espíritu cuando estamos haciendo Su voluntad.

Congrégate y si no tienes una Iglesia donde ir, visita la nuestra. En ella encontrarás la Palabra que necesitas para seguir confiando en el Señor y la Sabiduría para continuar hacia adelante. Tenemos tiempo para ti. No estás sol@.