La fidelidad tiene un peso muy grande en la vida de los seres; cuando eso se lastima, es muy difícil restablecerla. Queremos fidelidad por parte de tantas personas como de nuestras parejas, familia; pero ¿cuán fieles le somos a Dios? Nuestro hermano Eduardo Hernandez, quien trajo el mensaje, nos llevó a través de pasajes biblicos a estudiar la fidelidad de Dios. En Números 23:19 dice: “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” Confía que el único que nunca te va a mentir ni a fallar es Dios, un Dios soberano que hizo los cielos y la tierra para que lo disfrutaras, que murió en la cruz del calvario para que tuvieras vida eterna y que día a día renueva sus promesas para que seas bendecido.

Otro ejemplo es Salmo 117:2 “Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya”. Gracias a esa misericordia, no importa cuántas veces caigas, Él te va a levantar y no importa cuántos defectos tengas, Él te acepta y te perdona. Mira que Dios tan grande y misericordioso que, aun con tus debilidades, te ama.

Y por último, Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. No te dejes llevar por el afán, ambición, estrés y presión de grupo; solamente busca a ese Dios todopoderoso. Busca seguir sus mandamientos y pon tu vida a sus pies y verás que nada te faltará y todas las bendiciones vendrán en abundancia para ti y los tuyos.

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