Entre alegría y risas también se aprende
Nuestra actividad en el devocional fue una de pura diversión. Cuando los niños entran a la nave pueden sentir una atmósfera de paz y alegría que los motiva a quedarse. Esa mañana se llevó a cabo una actividad titulada: «¿Qué dicen los niños de la cruz?» En esta se hicieron múltiples juegos. Comenzamos por registrar a los niños para dividirlos en dos grupos. A los niños del equipo A se les colocó un collar rojo, mientras que a los del B se les puso uno azul. Luego, cada niño entregó un zapato, como parte de uno de los juegos. ¿Se imaginan cuán divertido fue para los niños pasar un devocional con sus amigos sin un zapato? ¡Que loco! Al dar inicio a la actividad, los rostros de los niños reflejaban el deseo que tenían de saber que aprenderían y harían hoy.
Comenzamos dando canticos que trajeron gozo y paz a los corazones de aquellos presentes. Al finalizar realizamos el famoso juego de la “sillita.» Una lluvia de sonrisas y carcajadas inundó el lugar. Luego, pasamos a jugar “encuentra tu zapato” en el que claro está, los chicos debían buscar su zapato y montar un versículo junto a sus amiguitos con la palabra que fue colocada dentro de su zapato. A la cuenta de tres, los niños corrieron por todo el lugar hasta encontrar sus zapatos. Fue increíble ver el esmero de cada niño en poder participar para montar el versículo. Una vez descifrado el versículo, los niños lo leyeron en voz alta para compartirlo con sus amiguitos.
Podíamos ver en el rostro de los niños que estaban gozando. Como última actividad se realizó un debate en el cual los niños, de acuerdo a su edad debían contestar preguntas relacionadas a la biblia. Para nuestra grata sorpresa, vimos cómo los niños descargaron su conocimiento sobre las sagradas escrituras luego de reventar el globo con su cuerpo. Por último, llegó el momento que nadie quería… se acabó la actividad. Se podía escuchar a los niños que querían más.
Tanto para la maestra Virginia como para su ayudante Dessiré es muy importante ensenarles a los niños de Dios a través de formas divertidas en las que ellos deseen más.
“Trabajar con los niños es maravilloso, porque mas allá de yo enseñarles, ellos me ensenan a mi”– Dessiré
Dessiré y Virginia
Clase 7-8 años
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