Todo en nuestra vida consta de subir, seguir adelante, y escalar. En la vida académica y en la espiritual es igual; estamos constantemente aprendiendo y subiendo de grados y niveles. La vida académica es importante dado a que creas un estatus de vida física con el cual puedes tener estabilidad económica. La vida espiritual es aún más importante, porque está es la base a la intimidad y una cercanía a tu garantía al cielo. La vida espiritual influye tanto en lo personal como en lo emocional, dado a que enfatizas en una relación no visible para llegar a la eternidad y hacerla visible. En la Escuela bíblica Dominical, brindamos las herramientas para fomentar esa relación con nuestro Padre celestial. En ella, incentivamos la relación con Dios desde muy pequeños. Para Dios, todo esfuerzo, toda enseñanza, y toda disposición cuenta, porque estás conociendo y acercándote al Señor. Es muy importante ser asertivos y tener muy claros en quién hemos creído. La palabra del Señor dice: «Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.» 1 Corintios 15:57-58.

La graduación de nuestros niños es un acto de crecimiento espiritual para que sigan adquiriendo sabiduría en Dios para poder lidiar con la vida cotidiana. La palabra de Dios también dice «Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.» Efesios 2:10 Nosotros, los maestros, vamos capacitando a sus hijos; dándoles herramientas y estrategias para que sean guerreros de Dios, llenos de su presencia; y declarando en ellos pastores, misioneros, evangelistas, profetas, futuros maestros de la casa de Dios. Nuestro domingo de promoción o de graduación fue extraordinario, hubo muchas emociones envueltas. Hubo transición de varios niños en especial de las edades de 7 a 8 años. A pesar de que los maestros ya no los tendrán en su salón, es emocionante verlos ir porque es menester que pasen a un nuevo grado; a un nuevo nivel para su crecimiento como seres humanos.

Padre que lees, ¡trae a tus hijos a la Iglesia del Niño! Más allá de promoción en la Escuela Bíblica Dominical, el Señor promoverá a sus hijos por cuanto ellos se relacionen con su Padre.