Como cualquier otro viernes, la juventud de nuestra iglesia, se reunió en el primer piso y así, unidos en un mismo pensar, comienza la adoración al Señor, abriendo paso a lo que Él tenía preparado para los jóvenes. Este viernes, el mensaje fue traído por Nefdiel Algarin, uno de nuestros jóvenes, el cual comienza su prédica hablando de lo glorioso que fue para él, el retiro de jóvenes.

Verso base de su prédica: Génesis 33: 18-20

Hay encuentros que nos marcan de tal manera, que no volvemos a ser los mismos. Somos transformados así como Jacob cuando al pasar por Peniel, fue marcado físicamente, bendecido y su nombre fue cambiado a Israel.

¿Qué hay después de Peniel? Peniel, pasó por la Sociedad Luces de Sión y vimos a Dios cara a cara. Lo primero que realizó Israel (Jacob) después de encontrarse con su hermano Esaú, fue edificar un altar en Sichem, el cual llamo El-Elhoe-Israel, que significa, ‘Dios el Dios de Israel’. Ya no hay necesidad de hacer sacrificio de animales, gracias al hermoso acto que hizo Jesús, al morir en la Cruz del Calvario, por nosotros, siendo Él, el sacrificio perfecto.

Pero, ¿qué nos toca a nosotros? Pablo nos dice, “Así que hermanos os ruego que por las misericordias de Dios, presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios que es vuestro culto racional” Romanos 12:1

Somos el nuevo Israel, somos el sacrificio vivo. Por cuanto somos perdonados, restaurados y sanados, nos encontramos en deuda con Jesucristo.El obedecer es mejor que los sacrificios. Entregar, nuestros deseos, anhelos, talentos, planes y vida para que se haga la voluntad de Dios.

Es tiempo de que seamos sacrificio vivo donde quiera que vallamos y llenemos la casa de Dios con vidas. Salgamos del templo para predicar el evangelio, levantando altar de sacrificio en nuestro hogar, trabajo, escuela y donde quiera que vayamos. Una vida diaria que sea ofrenda de gratitud a Dios.

 

Escrito por: Natacha Torres