La escuela bíblica de niños es una experiencia maravillosa. Es como ponerse en los pies de nuestro Señor cuando le enseñaba a sus discípulos, pensando en el futuro. Además, es ver a los niños con la esperanza y de marcar la diferencia divina en la vida de ellos. Ser maestro de los niños es verdaderamente tener pasión de la palabra y enseñarla de manera divertida. En fin, es la responsabilidad más linda que puedas hacer en el ministerio y cuerpo de esta casa.

Jaheili M. Jusino Rosado
Clase 7-8 años