La pastora Vanessa Torres dirigió la clase de jóvenes, ubicada en el Aposento Alto. El tema a tocarse fue la generosidad en la iglesia primitiva, y cómo este fue un rasgo característico, inherente y contundente de los apóstoles y de los que -posterioremente- abrazaban la fe por su predicación. No obstante, fuimos introducidos al libro de los Hechos formalmente, y tocamos el episodio de Ananías y Safira con detenimiento. Utilizamos como referencia el tema sugerido de la revista El Discípulo y Hechos 5:1-11.

«Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.» (Hechos 5: 1-11)

Cuando descendió el Espíritu Santo pidieron valentía. Fueron llenos del Espíritu Santo y compartían lo que tenían

«Cuando descendió el Espíritu Santo pidieron valentía. Fueron llenos del Espíritu Santo y compartían lo que tenían», inició la pastora. Cuando nos encontramos desafiados por el mundo, situaciones y problemas, tienden nuestras oraciones a pedir que estas sean erradicadas. Sin embargo, «ellos (iglesia primitiva) no oraron para que los problemas se desvanecieran, oraron por valentía y por continuar haciendo su voluntad, pese a los problemas», enfatizó.  «Como el Espíritu Santo habita en mí, mi relación con Dios es diferente: íntima, personal y constante. El resultado de una relación con Dios es valentía y generosidad», explicó Torres. «Tienes el poder para cambiar el mundo. Dios nos ha hecho testigos para ver y para a escuchar». Y si tenemos la capacidad, con ella nos es delegada la responsabilidad. «¿Cuán listos estamos para contender por la fe?», finalizó.

Amado hermano, le esperamos todos los domingos en la Iglesia de Jesucristo El Caballero de la Cruz, a las 9:30am, en la Escuela Dominical: la espina dorsal de la Iglesia.

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