¡Que alegría! Dios nos concedió un domingo más de vida para degustar su Palabra temprano en la mañana. Esa Palabra refrescante, altamente nutritiva y rebosando en sabor. La pastora Vanessa Torres desmenuzó la enseñanza de hoy con el particular cuidado y minuciosidad que caracterizan sus clases. Estudiamos el libro de Juan, repasamos los temas generales que se desprenden de él, y abordamos con mayor detenimiento la primera señal registrada que hizo Jesucristo. Relata Juan, el discíulo amado, que Jesús fue persuadido a realizar una señal en medio de una boda; y esta se realizaba en Caná de Galilea. . .

«Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.» (Juan 2:1-12)

La gloria de Dios es la esencia de Dios

«La gloria de Dios es la esencia de Dios», enseñó nuestra pastora.  «El Evangelio (De Juan) se escribe temáticamente», dijo. A Juan no le interesó tratar la vida y el ministerio de Jesús cronológicamente; ya habían trabajos concentrados en narrar la vida del Mesías y acentuar su historicidad. La motivación principal de Juan fue demostrar la deidad de Jesús; mostrar la gloria de Dios (esencia).  «La primera señal en el libro de Juan ocurre cuando Cristo convierte el agua en vino cuando carecían del vino para el resto de la boda; estas duraban días. «El no tener suficientes víveres y vino era una ofensa cultural», enfatizó. «El ministerio de Jesús era demostrar la gloria de Dios.» Demostró Jesús en esta señal que algo diferente había en Él; su deidad fue presenciada por los expectadores e invitados de la boda. «Nuestro Dios es un Dios realcional», finalizó.

 

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