Reunidos en el tercer piso de nuestra iglesia, la clase de damas de Vilma Pizarro se encontraba llena. Tocamos diversos puntos interesantísimos: aspectos históricos acerca de la creación de la iglesia y su transcurso, el legalismo y la acepción de personas. Utilizamos como referencia la revista El Discípulo y el libro de Hechos 15:1-12.
«Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos. Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles.» (Hechos 15: 5-12)
«Tienes que reprender los aires. No puedes dejar que el enemigo haga nido en nuestro hogar», comenzó. «La iglesia católica se forma cuando Constantino se convirtió», enseñó Pizarro. «En la Edad Media existió una oscuridad espiritual», continuó. «Esta Palabra es viva y eficaz». «Hay muchos que están apegados a la ley». «Puede haber el escándalo más grande, pero ¿por eso nos vamos a morir (por eso se acaba el mundo)?», dijo. «Yo no tengo que llevar mis cargas. Mis cargas las lleva Cristo. Somos libres», expresó enfáticamente. «Tenemos que entender la importancia de sentir amor al prójimo, pero mayormente a la familia de la fe», finalizó.
Amado hermano, le esperamos todos los domingos en la Iglesia de Jesucristo El Caballero de la Cruz, a las 9:30am, en la Escuela Dominical: la espina dorsal de la Iglesia.
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