A veces, nosotros los padres nos esmeramos tanto en darles a nuestros hijos todo lo que necesitan o desean materialmente que nos olvidamos de darles lo mejor emocional y espiritualmente. Esto es lo más que necesitan en realidad. Un tiempo de calidad con ellos, un abrazo, un beso, un «te amo», un «te quiero», un «estoy aquí para ti», un «vales mucho para mí», un «me importas mucho todo lo quien te suceda»; esas cosas son las que no se compran con dinero y es lo que más necesitan nuestros hijos, mucho más que cualquier jueguete. Ahora es tiempo de recapacitar y analizar nuestras vidas y preguntarnos, ¿le estoy dando a mis hijos lo que verdaderamente necesitan? ¿Estoy levantando los mejores seres humanos para este mundo? Lo que necesitan nuestros hijos es mucho amor y, principalmente, al Dueño del amor; Dios. Por lo tanto, abraza hoy a tus hijos, diles cuánto los amas y cuán importantes son para ti, porque no sabemos si mañana estarán ahí.
Dios los Bendiga a todos.
Nelly Figueroa
Maestra de Escuela Bíblica Dominical
Iglesia del Niño
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